Entendiendo el Zika: Prevención, Síntomas y Tratamiento.

 

El virus del Zika, transmitido principalmente por mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, ha generado preocupación global debido a sus efectos potencialmente graves. La prevención es fundamental y se basa en evitar las picaduras de mosquitos mediante el uso de repelentes, ropa protectora y mosquiteros. Además, eliminar los criaderos de mosquitos, como recipientes con agua estancada, es esencial para reducir la población de mosquitos y limitar la propagación del virus. En áreas afectadas, las autoridades de salud pública implementan programas de fumigación y campañas educativas para concienciar a la comunidad.

Los signos y síntomas más comunes del Zika suelen ser leves y pueden incluir fiebre, sarpullido, dolor articular y conjuntivitis (ojos rojos). Otros síntomas menos frecuentes son dolores musculares y de cabeza. La infección por Zika es particularmente peligrosa para las mujeres embarazadas, ya que el virus puede causar microcefalia y otras anomalías congénitas en el feto. En casos raros, el Zika ha sido asociado con complicaciones neurológicas como el síndrome de Guillain-Barré, una condición en la que el sistema inmunitario ataca los nervios periféricos.

El tratamiento para la infección por Zika es principalmente sintomático, ya que no existen antivirales específicos para el virus. Se recomienda reposo, hidratación adecuada y el uso de analgésicos y antipiréticos como acetaminofén para aliviar los síntomas. Es importante evitar el uso de aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) hasta que se descarte el dengue, debido al riesgo de hemorragias. Las mujeres embarazadas deben recibir atención médica especializada y seguimiento estrecho para minimizar los riesgos para el feto. La prevención, el diagnóstico temprano y el manejo adecuado de los síntomas son clave para reducir el impacto del virus del Zika en la salud pública.

Dr. Daniel Chaviano Conesa